Sucede que me duele el mundo,
pero también miro cosas que me llenan de esperanza. Y entre ese dolor y esa
esperanza nace mi decisión de actuar para transformar.
Actúo con mi cuerpo, puesto a
disposición de los demás y eso me ha llevado a confrontarme de manera profunda.
Reconociendo qué me pasa adentro
estoy aprendiendo a reconocer a otras personas y a escucharlas.
Sólo si nos reconocemos podemos
tejer un nosotros. Sólo si nos reconocemos podemos tejer un nosotras.